Por Claudia Acevedo, directora de la Cámara de Comercio de Valparaíso, presidenta de la Mesa Mujer Empresa CRCP, Socia Fundadora #Women4evolution LATAM, miembro del comité ejecutivo de Eiva y Socia Fundadora de Plataforma Áurea Consultores.
Para mostrar apoyo a la huelga de trabajadoras textiles llevaron a cabo en Nueva York en 1908 –una lucha que, junto con la de 1857, pasaría a la historia por la muerte de centenares de mujeres que protestaban por mejores condiciones laborales- . En 1909 una organización celebró en Estados Unidos el primer Día Internacional de la Mujer y a esta conmemoración se sumaron con los años otros países y continentes. En 1975 la ONU reconoció de manera oficial el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Hemos avanzado muchísimo desde los primeros movimientos femeninos; sin embargo, el Foro Económico Mundial estima que faltan, al menos, 132 años para lograr la igualdad, pues todavía según cifras existe un 37% de mujeres en el mundo que no tiene acceso a tecnología. En Chile, por ejemplo, somos uno de los países con peor desempeño en el índice de Equidad de Género del Banco Mundial.
Qué necesitamos para acelerar este proceso, considerando que según el mismo informe del BM el PIB per cápita podría aumentar en un 20% si se redujera la brecha de género:
No cabe duda que lo principal es hacer una transformación cultural que, desplace los paradigmas arraigados en torno a las creencias que generan la brecha: “Si alguien tiene que escalar en su carrera, mejor que sean los hombres”, “Las mujeres son más caras”, “Ellas son las que deben cuidar a los hijos, a los familiares viejos, enfermos y la casa” y un largo etc; muchas veces transparente y que han sido traspasados generacionalmente tanto por hombres como por las propias mujeres.
Nuevos mindsets que visualicen el valor y la importancia de las cualidades femeninas en posiciones de toma de decisiones (Empatía, mirada sistémica, colaboración, sensibilidad social, flexibilidad, comunicación directa, liderazgo de organizaciones horizontales, entre otras) para tener nuevas posibilidades a mano que nos permitan hacernos cargo de los desafíos de este época frágil, no lineal, ansiosa e incomprensible.
Más mujeres significa no sólo igualdad, sino también más oportunidades de surfear con éxito estas olas .