Opinión: Microemprendimiento y los principales desafíos para mejorar los programas de apoyo

Carolina Silva

A propósito del 8vo aniversario de la Incubadora Social Gen-E de la PUCV, me tomo de la última Encuesta de Microemprendimiento (EME) del INE 2019 y de la experiencia práctica en la incubadora social en estos últimos años, con su  principal y más antiguo programa de apoyo a microemprendimiento denominado “Ciclo del Emprendedor”, para abordar, desde mi punto de vista, las principales características de los microemprendedores en Chile y los desafíos que enfrentan en la actualidad.

Para contextualizar sobre nuestra historia, el año 2012 la PUCV decide aventurarse y desarrollar un proyecto junto a Fundación Techo con el propósito de apoyar a personas en situación de pobreza, con una propuesta de capacitación y entrega de capital inicial para el desarrollo de sus ideas de negocios que les permitieran generar ingresos económicos y en consecuencia, mejorar su calidad de vida.

Tras el éxito del proyecto, un año mas tarde se funda oficialmente la Incubadora Social, replicando hasta el día de hoy el programa, con el apoyo y financiamiento de la PUCV. Con el transcurso del tiempo, el quehacer de Gen-E se ha abierto a nuevas líneas complementarias destinadas al apoyo a emprendimientos sociales y al fomento de la innovación social. Sin embargo, hoy creo relevante enfocar la mirada en los microemprendientos, a quienes seguimos apoyando con igual entusiasmo y compromiso que desde nuestros inicios,  con la entrega de nuevas y mejoradas herramientas y de contenidos atingentes a las necesidades actuales, siempre manteniendo el propósito de contribuir al desarrollo económico y social de la Región de Valparaíso.

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De acuerdo a los datos obtenidos en la última Encuesta de Microemprendimiento (EME) del INE 2019,  en Chile existen 2.057.903 microemprendedores, de los cuales un 38% corresponden a mujeres que, en la mayoría de los casos son jefas de hogar que inician su negocio por una necesidad económica. Es precisamente a este público a quien mas hemos apoyado en Gen-E,  pues de un total de 550 microemprendedores que han participado durante estos 8 años en el programa, alrededor de un 80% son mujeres que a su vez forman parte del 40% mas vulnerable de nuestro país.

Dado este escenario, es pertinente hacernos la siguiente pregunta: ¿cuales son nuestros principales desafíos para seguir apoyando a los microemprendimientos?

Desde mi punto de vista, considero que:

  • Debemos enfocar nuestro apoyo, ahora más que nunca, hacia la alfabetización digital, entendiendo que el uso de herramientas tecnológicas se han vuelto indispensables y deben ser consideradas en los programas de apoyo.
  • Acercar la oferta de instrumentos de financiamiento mediante la difusión y apoyo en la postulación a fondos públicos y privados.
  • Fortalecer la innovación en los pequeños negocios, considrerando que existe una sobreoferta de programas a los cuales este grupo no siempre es convocado o en su defecto y debido al excesivo tecnicismo, presenta una gran barrera de la cual debemos hacernos cargo
  • Entregar asesorías en torno a la formalización y derivar mitos sobre la perdida de beneficios sociales. Actualmente un 53% de los microemprendedores no ha iniciado actividades en el SII y existen bastantes prejuicios al respecto. Este proceso debe ser acompañado y debemos enfocarnos hacia los beneficios que trae consigo la formalización.
  • Finalmente y no menos importante, considero que es necesario promover aún mas la asociatividad y articulación en la búsqueda de beneficios comunes, con el objetivo de abrir espacios orientados a desarrollo, visibilidad y fortalecimiento del comercio local.

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