La ex Seremi de Ciencia participó en el bloque número 18 del evento Congreso Futuro “Conectar con la Caja Negra”. Su presentación se centró en explicar cómo la Inteligencia Artificial logra la interacción y cómo éste se moldea en el comportamiento de nuestra sociedad.
Lo que muchas veces llegamos a ver en las series de ciencia ficción se ha vuelto una realidad. La inteligencia artificial ha logrado compenetrarse en nuestra vida cotidiana y sin duda, ha llegado para quedarse, pues cada vez la IA estará más inmersa. Así lo explicó María José Escobar, ex seremi de ciencias y quien además es investigadora asociada del AC3E y forma parte de la gobernanza de Eiva, (organización encargada de articular y vincular al ecosistema de emprendimiento e innovación de la región de Valparaíso) en la décima segunda versión de Congreso Futuro.
La académica de la Universidad Técnica Federico Santa María y Colaboradora del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) en una presentación de 18 minutos explicó cómo la Inteligencia Artificial se ha moldeado a los comportamientos de nuestra cotidianidad, basada en su investigación asociada a la neurociencia con la IA, denominada también robótica cognitiva, que “intenta juntar la interacción entre las máquinas y la Inteligencia Artificial y descifrar el conocimiento de nuestro cerebro y cómo nuestra interacción neuronal puede inspirar los algoritmos para poder ser implementada en robots y a su vez, ver cómo estas plataformas robóticas nos pueden ayudar a comprender nuestro cerebro” mencionó, María José Escobar.
En la instancia, la científica de Cenia aprovechó la oportunidad de presentar dos ejemplos de robots creados para explicar el cómo se puede juntar la biología de la robótica y como la morfología de los robots pueden desempeñarse en el desarrollo de algoritmo para desarrollar cualquier tarea. Uno de ellos fue el Quadratot, uno de sus creaciones que tiene forma similar a una araña, pero posee en realidad cuatro patas, en donde la investigadora desarrolló un modelo cinemático donde el dispositivo pueda desplazarse de un punto a otro, mediante el algoritmo a través instrucciones. Este robot es capaz de saber los lugares en donde se está desplazando.
Por último, presentó iCub. El robot que puede escuchar, posee visión estéreo, ojos, sintetizador bucal, gestos, y 108 sensores de tacto, “El estudio del sistema nervioso, en particular el cerebro, entrega inspiración de cómo la información sensorial es manejada y procesada para la toma de decisiones o la generación de acciones”, detalló la científica quien agregó además el robot permite entender cómo procesar los datos de forma eficiente y qué características son o no importantes para cierta tarea en particular. “puede utilizarse para el diseño de redes neuronales artificiales utilizadas en tareas similares, como, por ejemplo, la memoria”, expresó.
