Se trata de un gran centro de juegos y fortalecimiento psicomotor, proyecto financiado por FONDART Regional creación artística y ejecutado por los alumnos del Magister en Arquitectura y Diseño de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV.
Movimiento, desarrollo sensorial, libre y exploratorio son algunos de los beneficios que los niños del jardín infantil “Girasoles de Limache” han obtenido gracias a la consolidación del proyecto «Vacío lúdico de un aula al aire libre», implementado por el equipo de Magister en Arquitectura y Diseño de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y financiado por un FONDART Regional Creación Artística.
Esta iniciativa consistió en la implementación de un espacio de juego para los niños y niñas, fabricado en materiales nobles y que facilitan el desarrollo de sus habilidades motoras y sensoriales. Es el resultado de un trabajo que estos últimos 6 años ha sostenido la casa de estudios con la unidad de Mantención y Construcción de Espacios Educativos de la JUNJI Valparaíso, en el marco de contribuir a mejorar los espacios educativos y aportar a la entrega de una educación de calidad, significativa e integral a los párvulos.
Rodrigo Saavedra, profesor de la PUCV, y quien tuvo la misión de liderar el proyecto, indicó que gracias a iniciativas como estas los alumnos y alumnas tienen la posibilidad de comprender ciertos modos de habitar, y a partir de ello proyectar ciertos elementos o teorías que aporten al desarrollo de la sociedad y de la ciudad.
“Nosotros inscribimos este proyecto en la universidad dentro de un área que se llama espacio y aprendizaje. El hecho de sostener una vinculación con el medio es algo muy importante porque la energía puesta en el estudio, en su desarrollo va teniendo visibilidad y una puesta a prueba muy concreta, es decir el estudio, el proyecto llega a la sociedad, finalmente el niño y la niña lo puede ver, tocar, disfrutar y usar”, sostuvo el docente.
En estos 6 años de trabajo continuo entre ambas instituciones al menos 163 estudiantes de arquitectura en sus distintos niveles, 6 de magister, 6 de título de arquitectura y 151 de pregrado, han contribuido con sus iniciativas a mejorar la calidad y permanencia de los niños y niñas en los recintos educativos.
Por su parte la directora regional (s) de la JUNJI Valparaíso, Beatriz Lagos, destacó el trabajo que en el tiempo han logrado sostener ambas instituciones, en pos de contribuir al desarrollo integral de los niños y las niñas que asisten a los jardines infantiles.
“Ver como los niños y niñas pueden disfrutar de este centro de entretenimiento y aprendizaje, pensado para contribuir a sus necesidades educativas, motoras, lúdicas y sociales nos llena de alegría, más aún si es el fruto de un trabajo de años con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que visibilizando la importancia de la educación parvularia ha decidido, junto a sus alumnos y alumnas, hacernos esta valiosa contribución”, indicó la directora regional.