Desde el inicio de esta semana, se ha comentado sobre las optimistas proyecciones de crecimiento económico entregadas por la OCDE para nuestro país ¿6,7% para este 2021? ¿Qué significa? ¿En que se sustenta?
Comencemos de lo simple, ¿Qué es la ”OCDE” ?
La OCDE, es la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos. Esta organización internacional agrupa a 36 países miembros, entre los cuales se encuentra Chile y cuya misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.
La OCDE, entre otras actividades, hace un seguimiento de las tendencias económicas, las analiza y hace proyecciones de corto y mediano plazo, así como también, realiza investigaciones en diferentes áreas, tales como comercio internacional, medio ambiente, tributación, ciencia, tecnología e innovación o gobiernos corporativos, entre otras. Además, de ser una de las principales fuentes de estadísticas del mundo.
¿Cuáles son las Proyecciones de crecimiento económico mundial de la OCDE para 2021-2022? Este lunes 31 de mayo, se presentaron las proyecciones de crecimiento económico mundial para 2021-2022. De acuerdo con su informe de perspectivas económicas, destacó que el PIB global tendrá un crecimiento de 5,8% para el año 2021 y que se estabilizará en el año 2022 con una proyección de 4,4%. Ambas cifras se revisan al alza luego de las estimaciones lanzadas en diciembre de 2020, cuando la OCDE asignó una recuperación mundial de 4,2% para este año y 3,7% para 2022. Por tanto, la recuperación se confirma tras una recesión histórica en el año 2020, cuando la economía mundial se contrajo un 3,5%.
Para China el crecimiento se prevé de 8,5%. Para EE. UU. de 6,9%, mientras que en menor medida están Japón con 2,6% y 3,3% para Alemania.
Sin embargo, pese a que las estimaciones son positivas en relación con la reapertura de los distintos sectores económicos, la OCDE señaló que la recuperación de los países emergentes, entre los que destacan varios de la región, será la más desigual del globo y dependerá de la eficacia de los programas de vacunación y de las políticas de salud pública implementadas. De lo contrario; traería como consecuencia nuevos confinamientos, mermando la “confianzas” y muchas empresas se podrían ver perjudicas con un elevado nivel de endeudamiento.
En América Latina, se prevé que Brasil crezca un 3,7% en 2021, México un 5,0%, Argentina 6,1% y Colombia 7,6%.
¿Y Chile? Para la OCDE, Chile es el único país de Latinoamérica que logrará recuperarse de la crisis en este 2021, con un crecimiento del 6,7%, consiguiendo regresar su PIB per cápita a los niveles previos a la pandemia. Según las proyecciones, nuestro país saldrá de la crisis después del tercer trimestre de 2021, mientras para Brasil y Colombia ese hito se daría para el tercer trimestre de 2022. En tanto que, para Argentina, la recuperación del crecimiento económico solo llegaría hasta 2026.
¿Qué significa que Chile tenga una proyección de crecimiento del 6,7 %?
Para comprender esto de mejor forma, primero recordemos lo que significa el crecimiento económico. En términos simples, es el valor total de los bienes y servicios producidos en un país. Es un referente del desarrollo y el progreso de cualquier economía.
Lo habitual es medir el crecimiento de forma anual, para comparar cómo ha crecido o decrecido cada año. Hacerlo por persona o per cápita sirve para poder establecer comparaciones razonables entre países.
Este número del 6,7% puede parecer algo lejano. ¿Cómo el crecimiento económico impacta nuestra vida diaria? Si hay crecimiento económico, se posibilita el crecimiento de las empresas invirtiendo y abriendo negocios, se generan nuevas fuentes de trabajo, además, es posible aspirar a tener mayores ingresos y una mejor calidad de consumo porque habrá más oferta a precios competitivos.
Entre más empleo se genere, más capacidad de consumo tienen las familias, porque traen el salario a su casa y pueden consumir más. Entonces, un mayor crecimiento económico se ve reflejado en mayor consumo y en una mayor capacidad de adquisición de bienes y servicios por parte de las familias.
Por otro lado, proyecciones positivas en el crecimiento económico entregan estabilidad, lo que incentiva, por ejemplo, la inversión extranjera. La entrada de inversión directa es importante ya que las empresas extranjeras que están interesadas en instalar su negocio en Chile, tienen una visión a largo plazo, lo que implica más ingreso para el país, ya que la compañía para su establecimiento en el territorio nacional, debe pagarle a empresas chilenas para que sirvan de proveedoras y va a tener que contratar personal chileno para que funcionen.
Aunque el crecimiento económico podría parecer distante, es una medida que nos impacta no solo en nuestros hábitos de consumo, sino también en la estabilidad del precio y en el empleo.
¿Y en qué se basan las proyecciones de crecimiento de 6,7% para Chile?
Cabe destacar que los pronósticos de crecimiento de la OCDE van en la misma línea de los pronósticos entregado por el Banco Central, que estimó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021 de entre el 6% y 7% y para el 2022 de entre el 3% y el 4%.
¿Y los motivos? Acá se puede identificar al menos tres.
1.- Proceso de vacunación. Este proceso ha ido avanzando de manera exitosa, lo que permitirá probablemente comenzar con una reapertura de los distintos sectores económico, durante la segunda mitad del año 2021.
2.- Apoyo económico de las autoridades a las familias y a las pequeñas y medianas empresas, a través una serie de medidas de transferencia de dinero. Entre estas destacan tres acciones de apoyo gubernamental: el IFE, el Bono Clase Media y el Bono COVID. Junto con lo anterior, se suma la alta liquidez presente en el mercado, a propósito de los retiros de fondos de pensiones. Esto último incentiva el consumo privado, lo cual también será clave.
3.- Capacidad que ha tenido la economía para adaptarse a este nuevo escenario desde el punto de vista sanitario. Esto se ha logrado a través del uso de plataformas digitales, lo que ha permitido relacionarse en formas remotas en distintos sectores de la economía. Junto con lo anterior, el desarrollo de canales de distribución, así como el e-commerce, que ha permitido a empresas y servicios en general, a adaptarse de buena manera a este nuevo escenario.
En lo próximo, veremos la implementación de un IFE universal, así como también apoyos adicionales para pequeñas y medianas empresas, lo que hace prever que este impulso por el lado del consumo se va a sostener. Las últimas medidas impulsadas por el gobierno representan 11 billones de dólares o el equivalente al 4 % del PIB, que es una cifra importante y que dará mayor fuerza a esta recuperación en los próximos meses.
Las preocupaciones que persisten
Sin embargo, también se deben considerar una serie de factores para los cuales sigue habiendo una incertidumbre extrema y que podrían poner en riesgo la recuperación.
¿Cuáles?
1.- Avance del Proceso de vacunación: mientras la gran mayoría de la población nacional no se vacune, seguirá el riesgo de la aparición de nuevos contagios. Los riesgos están relacionados en gran medida con la dinámica de la pandemia, aunque se prevé un rápido avance del programa de vacunación. Mas confinamiento y por más tiempo socavarían la “confianza” y muchas empresas, antes bien protegidas, pero con una elevada deuda, podrían quebrar.
2- Apoyo a las Empresas: Se deberá mantener un estímulo fiscal que será necesario para apoyar el empleo y a las empresas en los sectores más afectados. Con relación a las empresas; considerar simplificar procedimientos regulatorios y complejos, con la idea de garantizar que a estas se les apoye con innovación y herramientas digitales que contribuyan a una rápida recuperación e impulsando su productividad. Esto es importante para evitar un incremento de la desigualdad, así como reforzar la resiliencia y el crecimiento económico.
3.- Apoyo al Mercado Laboral: Generar las herramientas necesarias en esta área, será clave para mantener el crecimiento económico. Se deberá por tanto reforzar las prestaciones por desempleo y generar un sistema de capacitación que contribuya a afrontar los retos de la digitalización, de modo de asegurar que todos los trabajadores y en particular los más vulnerables, tengan oportunidades suficientes de encontrar empleos de calidad.
4.- La volatilidad de los mercados financieros: Este es otro factor de riesgo identificado, que trae como consecuencia el “nerviosismo de los mercados financieros”. Acá los repuntes inflacionistas, como consecuencia del aumento en gasto, tanto para las economías desarrolladas como para las emergentes como la nuestra, desencadenara en posibles fugas de capitales.
Cabe destacar que el consumo privado será el principal conductor de este crecimiento, acompañado por políticas que apoyen a las familias. Por otro lado, los niveles de inversión se recuperarán lentamente en el marco del repunte en los precios del cobre y el aumento de la inversión pública y unas condiciones de financiación favorables.
Sin embargo, el apoyo fiscal a lo largo de la pandemia ha incrementado la deuda pública, los bajos tipos de interés actuales hacen que la deuda sea más manejable y deberían preparar el camino para inversiones en ámbitos como salud, la digitalización y apoyo al empleo. Dado lo anterior, la sostenibilidad de la deuda debería ser una prioridad solo cuando la recuperación esté consolidada, pero desde ya, se deberían empezar a planificar una revisión de la gestión de las finanzas públicas.
Todo lo anterior da luces de buenos augurios económicos, pero deben ser considerado con cautela. Todos esperamos que en el corto plazo se recupere la economía chilena.
Sabemos que no estamos ante una crisis corriente, ni tampoco ante una recuperación corriente. Las políticas postcrisis deben reformarse en profundidad para afrontar con mayor eficacia los retos actuales y futuros.
¿Y tú, qué opinas? ¿Crecerá nuestro país en un 6,7 % este año 2021?