Guillermo Moya
Gerente General de NTT Chile
Los cambios de paradigmas en el ámbito tecnológico son cada vez más veloces e impensados. Las plataformas tecnológicas están experimentando modificaciones en línea con las necesidades que muchas empresas han detectado en relación con la simplificación de sus procesos, ante la necesidad de unificar el acceso a la información frente a mercados cada vez más oscilantes y flexibles.
Hasta hace algunos años era común ver a empresas invirtiendo una enorme cantidad de recursos financieros en la implementación, por ejemplo, de ERP`s (Sistema de planificación de recursos empresariales) y de CRM`s (Customer Relationship Management). Usualmente dichos procesos se hacían o renovaban cada cinco años, involucrando importantes esfuerzos técnicos y de gestión del cambio, principalmente para capacitar y ayudar a interiorizar el desarrollo de software entre los distintos equipos de una determinada empresa. Sin embargo, en el momento de la renovación de estas soluciones informáticas, era común -y lo sigue siendo- la detección de dificultades a nivel de integración de procesos y en la migración de data.
Así como hoy han ganado adeptos los servicios on-demand de televisión por streaming, también las soluciones tecnológicas están comenzando a ser personalizadas con el Smart Software o Software on-demand, el que se adapta a cada empresa. Y esto es un cambio de mentalidad muy relevante, ya que este esquema se sustenta en los requerimientos básicos para la operatividad de toda compañía. Es menos rígido y tiene como alcance positivo una administración más eficiente de costos (baja exigencia para las áreas de TI).
Las empresas implementan programas y soluciones tecnológicas que pocas veces se utilizan. Lo anterior produce como efecto gastos fijos sobredimensionados, además de la confusión de los propios usuarios, al disponer de soluciones que no saben utilizar. Las compañías están cada vez más competitivas y el contexto nacional e internacional de la pandemia del Covid-19, ha obligado a muchas organizaciones a focalizar sus servicios, configurándolos para satisfacer nuevas necesidades de los clientes. Hoy se privilegian las nuevas experiencias de un tipo de usuario que ha aprendido a ser más remoto, más selectivo y mucho más crítico.
Los programas informáticos y las soluciones tecnológicas on-demand son servicios con costos predecibles que atienden las necesidades del cliente y de la empresa. Ahí está gran parte del valor agregado que entregan, contribuyendo además a la diferenciación y mayor competitividad de las entidades tanto públicas como privadas. Satisfacen los requerimientos de industrias y sectores productivos que hoy deben ser más específicos para reinventarse.