Mario Arancibia es Ingeniero Civil Industrial y socio director de Clyc.me, una organización que vincula causas sociales con el mundo a cambio de una ejecución transparente. En tres años de experiencia emprendiendo, comparte anécdotas, reconocimientos y anhelos. Te invitamos a conocer a esta mente inspiradora de la región de Valparaíso.
Fue su orientador vocacional, quien le recomendó a Mario Arancibia estudiar Ingeniería Civil Industrial. Un área que le veía calzar por sus diversas habilidades y capacidad de desempeñarse en múltiples campos.
Ingresó a la Universidad Adolfo Ibáñez en Viña del Mar en 2009 y con una buen rendimiento universitario y mención en Minería, antes de terminar la carrera lo llamaron de Codelco División Ventanas para un cargo vinculado a la optimación de procesos. “En la cohorte que estábamos postulando había dos compañeros míos con el mismo perfil, los tres quedamos, pero a mi parecer el plan fue un desastre y ahí me di cuenta de lo que no me gusta de las empresas grandes en general, es el nivel de burocracia para poder hacer cambios, pese a que eran claros y obvios”, comenta Mario.
Estuvo cuatro meses desempeñándose en esta fundición y refinería estatal, con un buen sueldo, pero realizando labores básicas para sus conocimientos, lo que lo desmotivó bastante y le hizo reflexionar sobre lo que quería realizar como profesional ya que una de sus motivaciones era retribuir a Chile a través de su cargo en Codelco.
“Algo que los millennials tenemos mucho es lo del propósito y eso de generar riqueza inmediata para el país me había llamado la atención, pero no fue para nada así en mi experiencia laboral. Presenté mi carta de renuncia y me propuse estudiar algo que respondiera a mis nuevas inquietudes, enfocadas desde una mirada un poco ingenieril y filosófica”, expresa Arancibia.
Con un interés en las ciencias sociales cursó un magíster en la Universidad de Queensland, dos años enfocándose en economía y bienestar. “Fue una experiencia muy enriquecedora”, recalca.
En paralelo, uno de sus actuales socios, y primo, comenzó a involucrarse en las acciones de ayuda ante el huracán María en Puerto Rico (2017), lo que marcó el inicio de una conversación de cómo mantener el modelo que había generado Gonzalo Larenas, al proponer una reconstrucción transparente y vinculación de actores, donde entregaba, como intermediario, reportes por email.
Así fue como empezaron a delinear el modelo de Clyc.me, que es básicamente una plataforma que permite vincular a potenciales donantes con ONGs para transparentar los gastos y ayuda que están logrando.
Mario se encontraba desarrollando un emprendimiento de Estudios de Mercado con otro amigo para el nicho de millennials, lo que le permitía poner en práctica los conocimientos del magíster y, a la vez, era asesor a Clyc.me. Algo que cambió en 2019 cuando decide dedicarse 100% a vincular causas sociales con el mundo.
“Con este proyecto, todas las preguntas que me había planteado, se estaban respondiendo in situ, entonces decidí que Clyc.me fuera mi proyecto de vida. Tomé la decisión y desde ahí decidimos vincular mi emprendimiento con esta iniciativa”, recuerda el emprendedor.
En función de que los negocios tradicionales (restaurants, retail e incluso medios de comunicación) involucren a sus clientes con causas sociales, comenzaron a establecer alianzas y sumar partners.
“En ECOSIA, por ejemplo, un buscador online se traduce en que cada vez que tú buscas algo estás plantando un árbol; o TOMS, una empresa de zapatos donde, por cada par de zapatos que compras, donas un par de zapatos a un niño descalzo en Argentina. Ese modelo es muy bonito, resuena y hay que estudiar muy bien las causas sociales, poniendo foco en el impacto que se va a generar y la trazabilidad de éste y de la donación, una meta de Clyc.me”, asevera Mario Arancibia
¿Podemos vivir haciendo el bien?
Ésta fue la pregunta que Gonzalo Larenas le hizo a Mario Arancibia en 2017 y que hoy, junto con su socio Javier Fuentes y todo el equipo de Clyc.me se preguntan cada mañana. Y ¡claro!, todo depende de un modelo sostenible.
En 2020 la nueva propuesta es dar a conocer que para generar impacto no necesitas ser un ángel, un superhéroe o generar un acto de nobleza total, sino tan sólo tomar decisiones bien informadas al hacer tus acciones cotidianas. Buscan generar modelos de negocios anexos a Clyc.me que generen valor a nuevos públicos y que apoyen a causas sociales en su propuesta sostenible. Un ejemplo es Riffa.cl que Clyc.me realizó junto a la agencia Tractor, en donde participantes pueden ganar premios apoyando a sus causas sociales favoritas.
¿Cómo llegamos a todo esto?
Una amiga me invitó a New York en 2018 cuando estaba presentando Clyc.me en Chile con el modelo de realidad aumentada. Yo me fui una semana antes, en modo paseo, pero aprovechando que estaban las Naciones Unidas quise sacarle provecho y le saqué harto provecho. En ese momento no teníamos nada más que una hipótesis y a una persona de una ONG le gustó tanto el proyecto que hasta ahora nos apoya desde allá.
Llegó hasta el secretario general de ese entonces y él también me dijo que Clyc.me tendría futuro, así que me pidió validad la hipótesis, ver que sea sostenible y rentable. Esas conversaciones son las que me ha tenido muy enfocado, porque cuando uno comienza y está validando la idea que alguien tan importante te diga: quiero tenerla, no te queda otra que hacerlo y presentarlo primero que otros.
En rigor, mientras más personas sepan lo que hacemos, a más personas les podría hacer sentido, pero también hay quienes creen que las donaciones no sirven porque creen que el Estado se debería hacer cargo de todo y es legítimo. Sin embargo, hay personas que necesitan ayuda urgente y es necesario asistir a esas personas, aunque se considere asistencialismos y yo pienso: Que bueno ser asistencialista en una crisis, por ejemplo.
Reconocimientos
El viaje emprendedor de Mario Arancibia ha sido bien particular. En 2018 nadie creyó en la idea en territorio nacional, fue en Estados Unidos donde realizaron la primera presentación pública, que marcó el hito 1. Luego de eso el socio director de Clyc.me presentó en una competencia frente a otras 30 startups en una incubadora llamada Brinc y salieron top 3 de la cohorte en New York, yendo posteriormente a China a presentar en una feria de innovación junto a Gonzalo Larenas, donde, incluso, les preguntaron si tenían una plataforma y le dijeron que sí, que el lanzamiento era en enero, sin tener nada.
Luego de este éxito en Estados Unidos, el primer premio que obtuvieron en Chile fue por el ODS de disminución de igualdad del Hub de Sostenibilidad en 2018; en 2019 una adjudicación de un Semilla de Corfo y actualmente un SSAF-S de Corfo.
En suma, dada la gran vocación de Mario, recientemente obtuvo el reconocimiento entregado por la Universidad Andrés Bello y AIEP -YAN Chile- la Comunidad de Emprendedores Sociales Jóvenes más grande del país. “Lo que más valoro de la experiencia de participar es la gente que forma parte de la red, y los 10 ganadores 2020 hemos sido capaces de generar vínculos para ir respondiendo inquietudes comunes del emprendimiento social como la generación de valor y ser financieramente sostenible, algo muy difícil de solucionar y quien lo logre merece una verdadera corona”, destacó uno de los cuatro seleccionados regionales de YAN Chile 2020.
Emprendimiento social
Respecto al ecosistema de emprendedores sociales en la región de Valparaíso, Mario enfatiza que los norteamericanos comparten constantemente en diferentes horarios del día y en after hour. Todo el día hablando de soluciones, lo que afina el pitch de manera acelerada.
“En Chile somos muy chaqueteros para pensar y opinar, y eso nos juega en contra, es algo que nos falta. Otra cosa, también es poder compartir las oportunidades que existen con quienes puedan solucionarlas y quienes pueden pagar por innovación social”, comenta.
“La Quinta Región puede ser perfectamente un polo de emprendimiento y de tecnología, porque hay empresas importantes. En pandemia hemos ganado mucho espacio como región desde lo digital y podemos seguir sacando provecho”, concluye Mario Arancibia, socio director de Clyc.me.