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Paulina Carrasco, cofundadora Más Accesible: “No se trata de hacer las cosas por el otro, sino de enseñarles e involucrarlos”

PERFIL PAULINA CARRASCO

Paulina Carrasco es una mujer apasionada, mamá de seis hijos, esposa, educadora diferencial y emprendedora social. Hace dos años comenzó su emprendimiento junto a dos colegas y gracias al apoyo de Corfo y el programa Impulsa+ de la Incubadora Social Gen-E PUCV ha logrado destacar en innovación social. Te invitamos a conocer su historia y reflexiones en torno a la discapacidad intelectual.


Con un sentido del humor que demuestra desde el primer minuto de la entrevista, Paulina Carrasco deja en claro entre carcajadas que tiene seis hijos, «pero no soy Opus Dei por si acaso». Junto a su marido han construido una familia numerosa con una mezcla de los tuyos, los míos y los nuestros. «Aunque mi pelado sólo aporta con uno –aclara nuevamente entre risas- son los míos y el tuyo».

Egresó de cuarto medio a los 17 años de la Inmaculada Concepción de San Fernando, región de O’Higgins, un colegio católico donde estuvo desde kínder. «Al terminar me fui a la universidad a estudiar licenciatura en biología en Valparaíso y me descontrolé, me porté pésimo, me lo farree y en el segundo semestre ni me presentaba a clases», recuerda Paulina.

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Al tiempo, tuvo a su primer hijo, se casó, enviudó, trabajó en lugares esporádicamente, volvió a encontrar el amor y tras 20 años enfocada en la crianza se dio una nueva oportunidad de estudio ingresando a los 43 años a la carrera de Educación Diferencial en 2014 en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Empezó a estudiar con hijos grandes, ya en la universidad, y uno de los factores que influyeron en su decisión de optar a la carrera fue postular a la beca Vocación de Profesor. Tras prepararse un año para rendir la PSU, logró ser mechona de oro con 823 puntos en Lenguaje (primera seleccionada de la carrera).

“Cuando entras en etapa adulta a la universidad tienes una visión completamente diferente de lo que es la formación, entonces a diferencia de mi primera experiencia, aproveché todas las instancias. Ya no carreteaba, me dedicaba a estudiar con horarios definidos y cumplía con todos los trabajos”, comenta Carrasco.

Gracias a esta constante responsabilidad, en 2016 conoce a Vanesa Vega, directora de la escuela de pedagogía en ese entonces, quien la invita a formar parte de un Fondecyt en el que ella trabajaba con adultos con discapacidad.

El inicio de su pasión

“En 2017 me integro al proyecto y en 2018 empiezo a trabajar con los chiquillos en accesibilidad cognitiva. De hecho, desarrollamos un modelo propio de evaluación basado en pautas que venían desde España de la que soy autora junto a Vega y Jeldes, de la escuela de arquitectura y diseño”, comenta con orgullo.

Junto a esta inmersión en el mundo del emprendimiento, fue ayudante de diversos profesores y en septiembre de 2018 surge la necesidad de sacar todo el trabajo de investigación académica a la luz, dando origen a Más Accesible.

Inmediatamente postularon al Subsidio Semilla de Asignación Flexible para Emprendimientos de Innovación Social – SSAF Social de Corfo y se ganaron el proyecto, y en el proceso de selección encuentran apoyo de la Incubadora Social Gen-E a través del programa Impulsa+, favoreciendo enormemente el desarrollo de Más Accesible y generándose una importante red de colaboración entre los tres proyectos que forman parte de la incubación (Sin-Límite, Mamá Confidente y Más Accesible)

Aunque muchas veces se piensa que una innovación social se crea bajo la figura legal de una organización sin fines de lucro, Paulina relata que ellas decidieron formar una empresa. “Lo pensamos harto, pero creemos firmemente que las personas con discapacidad son sujetos de derechos como todo el mundo, por lo tanto, si nos acogíamos a ser fundación posiblemente seríamos más reconocidos, pero mantendríamos el paradigma de la caridad”, explica sobre esta importante decisión.

En Más Accesible contratan a personas con discapacidad intelectual, quienes validan todo lo que realizan y son expertos por experiencias. “Lo que nosotros no podemos ver, para ellos es una realidad constante y eso es muy doloroso, que no podamos ponernos en los zapatos de esas personas”, puntualiza con emoción. Actualmente el equipo lo componen;3 educadoras diferenciales y 4 adultos con discapacidad.

Sobre la dinámica del día a día expresa que: “Yo soy la más peleadora del grupo, sin duda, y la mayor. Se podría pensar que soy más centrada y equilibrada -dice entre risas- pero hay cosas que me descontrolan. Soy ultra defensora de ellos y soy una ultra convencida de que el lenguaje construye realidad, entonces cuando nos expresamos de forma incorrecta estamos fortaleciendo un modelo mental que nos impide ver al otro como me vería yo reflejada en un espejo”.

“La concepción de rehabilitación, necesidad de un especialista y la imagen de la Teletón, por ejemplo, me causan indignación. Hacen que la gente empatice erróneamente con que las personas con discapacidad deben crecer en un entorno distinto, un entorno ‘especial’”, agrega Paulina Carrasco.

Educación y accesibilidad 

Sobre esta problemática que tanto tiempo ha despertado su interés y hoy se materializa en una profesión y proyecto de innovación social, se ha dado cuenta que las únicas personas que realmente empatizan de forma correcta es quienes tienen un familiar con discapacidad intelectual. Paulina lo ha vivido de cerca, con un doloroso testimonio de un sobrino con Síndrome de Down que falleció en el año 90 por negligencia médica antes de cumplir 2 años, su hijo menor tiene autismo y su única hija discapacidad intelectual.

“Aquí ocurre otro fenómeno que nosotros intentamos educar con Más Accesible, que se relaciona a pensar la discapacidad como una silla de ruedas, problema de visión o auditivo, pero lo intelectual es distinto y se tiende a caricaturar. ‘Ah él no habla, no se relaciona con otros; es autista!!’. Esto de categorizar lo que no entendemos a mí me duele todos los días. Es una batalla donde me siento Juana de Arco y algún día me van a quemar en la hoguera, pero hay que dar la lucha”, recalca esta emprendedora social.

A raíz de este punto de vista, uno de los grandes objetivos de Más Accesible es primeramente favorecer la participación de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en distintos ámbitos en los que generalmente no están participando tales como: el laboral, el ocio (que puedan ir a museos, teatro o cine) mediante la evaluación y adaptación de espacios.

“Siempre se piensa en rampas, para la silla de rueda, y el braille, para personas ciegas, pero el 95% no sabe leer este sistema porque es una técnica muy compleja de traducir y la máquina es cara. Nuestra propuesta es usar grabaciones, que es mucho más sencillo e incluso más universal”, explica Paulina.

Otra problemática que disminuye la autonomía de las personas con discapacidad intelectual es que no se educa ni a ellos ni a la sociedad. “No se trata de hacer las cosas por el otro, sino de enseñarles e involucrarlos, pero en Chile no los estamos educando para la vida, los estamos aislando con clases de pastelería, panadería, hacer artesanía. Ellos egresan de cuarto medio, en el mejor caso, a los 26 años y por eso la responsabilidad también está en nosotros”, comparte la educadora diferencial.

Entre los servicios de Más Accesible, para apuntar justamente a la educación, también cuentan con oferta de capacitación personalizada para una o más personas, adaptación de textos y material gráfico, organización de webinars gratuitos y participación en conferencias. Asimismo, están realizando un manual del evaluador con un perfil de sus características con el objetivo de brindar a las empresas la opción de hacer accesibles los espacios de trabajo desde los cognitivo.

“Creo que en Más Accesible ya no tenemos límites, el límite es el universo –expresa riendo-. Nos gustaría construir una red de evaluadores en distintas regiones del país y nos hemos cuestionado si fuera, porque hay mejor recibiendo de estas iniciativas. Queremos capacitar y a futuro brindar oportunidades laborales para personas con discapacidad intelectual, ese sería un lindo granito de arena y que lamentablemente el Gobierno no ha sido capaz de dar respuesta, ya que todo lo disfraza con Leyes. Falta educar, involucrar y garantizar”, concluye Paulina Carrasco, cofundadora de Más Accesible.

Impulsa+ es un programa de incubación ejecutado por Gen-E  de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso con foco en emprendimientos conducentes a innovación social financiados por la convocatoria SSAF-S de Corfo. Si deseas patrocinar contenido para tu organización puedes escribirnos a comercial@lqe.cl 

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