En la primera clase de economía se nos enseñan ciertos principios que rigen el actuar de las personas y que se extrapolan a la sociedad y por ende explican la actividad económica. El primero de ellos es que las personas nos enfrentamos al hecho que durante toda nuestra vida debemos tomar decisiones que implican que obtendremos algo pero que a cambio de ello perderemos algo.
Este proceso de toma de decisiones que efectúan las personas, es el mismo que también hacen todas las familias, todos los gobiernos, todas las sociedades y está relacionado con cuestiones económicas ya que debemos determinar cómo usaremos nuestros recursos limitados, tiempo escaso y esfuerzos para lograr ciertos objetivos.
En la situación actual, nos enfrentamos a la gran disyuntiva entre lo sanitario y económico. Estamos viviendo una realidad muy compleja que vuelve difícil resolver este dilema respecto a cómo actuar para cuidarnos pero al mismo tiempo no parar la actividad económica. Esta decisión se vuelve más compleja cuando las cifras no acompañan: el número de contagios no disminuye de forma significativa, la cantidad de desempleados aumenta cada mes, el índice de actividad económica es negativo y las perspectivas del futuro no son muy auspiciosas.
Otras disyuntivas son la que se enfrentan en materia de educación y que también se relaciona con cuestiones económicas. Para los papas no es fácil la decisión de que sus hijos vuelvan a clases, sin embrago hay muchos que lo necesitan, sobre todo en la medida que las comunas van avanzando a fases de mayor movilidad, donde necesitan salir a trabajar y no tienen quien los ayude con el cuidado de los hijos.
Existe la disyuntiva a nivel escolar respecto de si las notas se consideran o no este año. También a nivel universitario, donde hay muchos alumnos que no les gusta o no es factible (por la naturaleza de la carrera) esta modalidad a distancia y que se enfrentan a la situación de seguir o congelar sus carreras. Las universidades por su parte, deben considerar flexibilizar las condiciones para que no exista una huida importante de alumnos.
Disyuntivas que enfrentan muchas empresas pequeñas, muchos emprendedores, que tienen un especial cariño por lo que hacen y que se enfrentan a la gran duda de hacer todos los esfuerzos necesarios para esperar que la actividad económica se reactive – con los riesgos que ello implica – o cerrar definitivamente.
Y podría seguir enumerando una serie de ejemplos, pero lo que sí queda claro es que este principio básico de la economía que nos rige todos los días en en cualquier decisión, ha tomado una relevancia y sentido para las personas que hace mucho tiempo no tenía y que lamentablemente ha sido gatillado por la inusitada situación sanitaria y social por la que atravesamos.