Ya van varios meses de confinamiento diferenciado a lo largo del país, la situación sanitaria nos tiene complicados en varios frentes, uno de ellos es el consumo energético, la eficiencia energética y las cuentas de electricidad, producto de las conexiones simultáneas en los domicilios, al teletrabajo, al telestudio y todo otro tipo de actividad remota que requiere un uso intensivo de energía eléctrica, lo que lleva a cuestionarnos si estamos siendo sustentables y cuidando el medioambiente, a todas luces el panorama es desalentador y estar a la espera de la vacuna, nos vislumbra que seguiremos con este ritmo no análogo de comunicaciones, de intercambio de información, etc.
La pregunta que viene al caso es: ¿cómo puedo aportar a la reducción de emisiones a la atmósfera si mi consumo eléctrico se ha visto incrementado?, las noticias en prensa muestran que la contaminación atmosférica por reducción del transporte han disminuido, sabemos que es una situación temporal, además no hemos dejar de considerar que todo proceso a distinta escala: domiciliaria, municipal, industrial, etc., libera gases efecto invernadero (GEI) al aire, el que respiramos y de ello depende nuestra salud y calidad de vida.
Asociamos la contaminación de la atmósfera con el desarrollo industrial, el aumento del parque automotriz o el uso de combustibles como leña para calefacción. La definición que se plasma en la Ley de Bases de Medio Ambiente del país (Ley 19300/1994 act. Ley 20417/2010), define: “La presencia en el aire de uno o más contaminantes, o cualquier combinación de ellos en concentraciones o niveles tales que puedan constituir un riesgo a la salud de las personas, a la calidad de vida de la población, a la preservación de la naturaleza o a la conservación del patrimonio ambiental”. Por tanto, toda actividad genera emisiones a la atmósfera y el solo hecho de consumir electricidad en nuestros domicilios, implica que de alguna manera estamos aportando al cambio climático y al daño global, pues no solo es la acción de prender una luminaria o enchufar un computador, sino que desde que se genera la energía, se transmite, se distribuye y me permite encender el hervidor, todo ese proceso y trazabilidad de la energía, evidencia que en las distintas etapas se va contribuyendo a los GEI, aunque ahora nuestra matriz energética nacional cuente con dos dígitos porcentuales provenientes de fuentes renovables.
Respondiendo a nuestra pregunta original, interesa usar solo la energía imprescindible, desenchufando los equipos y aparatos que no esté usando, privilegiar el uso de luz día y no luz artificial, si las condiciones de la vivienda lo permiten, utilizar luminarias y artefactos de bajo consumo, no abusar de alargadores e instalaciones que provoquen una situación de riesgo eléctrico, junto con usar luminarias focalizadas en nuestros puestos de estudio y/o trabajo, para hacer más eficiente la iluminación, emplear superficies claras, etc.
INICIATIVA FINANCIADA POR EL MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE GOBIERNO Y EL CONSEJO REGIONAL DE VALPARAÍSO