Constanza Fuentealba tuvo una etapa escolar marcada por el área científica, por eso, al momento de elegir su carrera pensó en un principio en Biotecnología y en ausencia de esta carrera en la PUCV optó por Bioquímica que era la más parecida. Gracias a su aptitud de liderazgo en el colegio, como presidenta del centro de alumno y ámbitos deportivos, logró optar a la opción de ingreso complementario de la universidad.
«La carrera se dictaba en un principio en casa central y luego se movió a Curauma. Durante mi paso en la U no me quise involucrar mucho en el centro de alumno, porque era muy político, pero siempre apoyaba procesos particulares como la semana del Instituto o cuando la universidad tenía que apoyar debido a los grandes incendios en Valparaíso. Me gustaba más estar metida en cosas de gestión que visuales», comenta Constanza. Cualidades que más allá de los beneficios que le ha traído en su vida, son parte de su forma de ser y su actitud.
IF Valparaíso 3IE, su paso al ecosistema emprendedor
Durante su vida universitaria trabajó como anfitriona y promotora, cargos que le permitieron tener contactos para ser invitada al proyecto que en ese entonces dependía del Instituto 3IE de Valparaíso. «Para generar lucas fui modelo/promotora de muchas startups y fue una de ellas la que me contó del proyecto iF y que yo podía ser un buen elemento. Yo no sabía cómo entrar eso sí, porque soy bioquímica, pero él convencido dijo que le daría mi número a Mauricio Cifuentes y así fue como llegué a conocer el espacio», revela Constanza.
Gracias a su personalidad, experiencia y actitud de lograr lo que se proponga, le ofreció a Cifuentes apoyar en operaciones generales del proyecto, en el año 2016, para demostrar que podía abordar los requerimientos de este espacio. «Después de apoyar en distintas labores pedí que quería ascender y accedieron. Pasé a ser coordinadora de proyectos de innovación en iF y al mismo tiempo proyect manager del Instituto 3IE de la Universidad Técnica Federico Santa María. Dentro de mis principales logros en esta etapa está la gestión del vínculo que mantiene el CREAS con Inacap, el levantamiento de alrededor de $500 millones en fondos públicos con los emprendedores, la creación de la primera ruta de innovación de la quinta región y la conexión entre empresas y emprendedores para lograr innovación abierta; todo con apoyo del Mauro», cuenta muy orgullosa Constanza.
Inicio de su experiencia en procesos de internacionalización
En esta aventura por iF y, con todos los tecnicismos del ecosistema incorporados, apareció una nueva oportunidad en su camino al vincularse con unos mexicanos en temas personales. «Un día conversando, ellos tenían una aceleradora en México, le conté lo que teníamos instalado en iF y los invité a conocer el espacio y generamos un acuerdo de colaboración. Cuando llegan a México dicen que la Corfo de su país le había entregado unos fondos para internacionalización y yo diseñé el programa. Se lo mostré al Mauro, le gustó y comenzamos a hilar los detalles», puntualiza Constanza.
La propuesta consideraba tres etapas de acuerdo a los intereses que observó de los emprendedores con los que había trabajado y considerando los aprendizajes que debía tener un emprendedor al llegar a Chile, como aspectos legales, culturales, tributarios, derechos laborales, etc. «Propuse que llegaran a Santiago y Valparaíso y se armó algo que resultó muy bien, porque ya estaba involucrada en procesos similares».
«Cuando hicimos ese programa de softlanding, que fue el primero que se realizó, también invitamos a Startup Perú, la Cámara de Comercio de Bogotá y el simil de Corfo en México para visualizar el proceso. Esto fue en 2018 y el mismo año se gestionó un viaje de Chile a México con las mismas etapa y programa», detalla Constanza.
Un desafío que la ayudó a continuar ligada al ecosistema emprendedor y la internacionalización tras el término proyecto iF Valparaíso 3IE a fines de 2018, ya que inmediatamente recibe una propuesta de los mexicanos para trabajar con ellos como coordinadora general SBU Chile, donde lideró todos los programas de internacionalización del año, viajando constantemente.
Lamentablemente, luego de un año, debido al estallido social SBU en Chile cierra y tras una reunión con los inversionistas le ofrecen trabajar por proyectos con la iniciativa softlanding; una propuesta que Constanza niega para comenzar su camino a independiente.
Momento de emprender
Así fue como su experiencia y valentía la llevó a iniciar su propio emprendimiento, con apoyo de Omar Morales (director de Scale LAT en México). «Lo que rescato de mi experiencia en SBU son las redes de contacto que logré establecer. Por ser extranjera y mujer era muy fácil ingresar al mercado mexicano, así que tenía todas las herramientas para no depender de nadie en ninguno proceso, porque ser dependiente a veces frena tus competencias» sincera Constanza.
La contingencia ha significado un cambio en su proyecto, porque no permite viajar y su objetivo es que emprendedores salgan a conocer otros mercados. Por ello, ha estado enfocada en generar nuevas metodologías y reestructurando un poco. «Más allá del éxito que puede alcanzar mi empresa me interesa ser útil y que se cumpla el objetivo de apertura de mercados. Así que invito a todos a aprovechar todo los tiempos muertos para investigar dónde quieren llegar», indica Constanza.
Finalmente, respecto al nivel de internacionalización en que se encuentra Chile, Constanza valora la cantidad de programas disponibles para que los proyectos se puedan internacionalizar. «Más que las oportunidades, yo creo que el problema es la actitud como chilenos, porque al vivir en países como México me di cuenta que somos muy agresivos, a veces nos creemos mucho el cuento y al momento de los quiubo no pasa nada. Por eso, tenemos que ser más comerciales, cada emprendimiento le falta un comercial, pero no el que estudió sino el que se desviva por vender. Hablo de una esencia comercial, ese tema siento que ha frenado un poco los procesos de internacionalización para que sean exitosos, porque conocer un mercado no es complejo hoy en día, pero el desafío es concretar y si se entregan todas las herramientas, la responsabilidad es del emprendedor», concluye Constanza.