María José y María Loreto Herrera, fundadoras Super Justo: “Supérate: trabaja en ti mismo, aprende y comparte”

Nosotras

Somos María José y María Loreto Herrera. La vida nos dio el gran regalo de ser hermanas gemelas. Nos conocemos y compartimos todo desde antes de nacer. Desde ahí hemos sabido trabajar en equipo, porque nuestra naturaleza es ser de mínimo 2 y desde ahí complementarnos con las fortalezas de cada una y hacer sinergia.

Siempre hemos tenido esa alma emprendedora, esa fuerza interna que te moviliza. Teníamos sólo 5 años y ya vendíamos piedras pintadas en el barrio, helados hechos de jugo; siempre jugábamos al negocio en casa, así como observábamos cómo funcionaban los negocios de verdad.

Un emprendimiento importante en nuestra vida

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A los 10 años comenzamos a practicar atletismo. Lo hicimos por 12 años. Para poder ir a los entrenamientos comenzamos a vender dulces en el colegio y así tener dinero para la micro. Nuestra familia pasaba por momentos económicos muy difíciles, así que nosotras nos refugiamos en el deporte y nos las arreglábamos para poder hacerlo.

El atletismo es un emprendimiento importante para nosotras porque desde ahí trabajamos toda nuestra fuerza de superación, nuestra disciplina y la seguridad en nosotras mismas, tres elementos que consideramos importantes para emprender. Fuimos seleccionadas regionales y una de nosotras incluso participó en un sudamericano universitario. Nos mantuvimos en el top ten del país a punta de esfuerzo y entrenamiento constante. Hacíamos vallas, que hoy nos parece un simbolismo muy potente, de cómo no nos dejamos vencer por los obstáculos que aparecen en nuestro camino emprendedor.

De ingenieras a emprendedoras

Después de trabajar varios años como ingenieras (comercial y civil industrial) en cargos de gerencia en Santiago, decidimos renunciar y emprender proyectos propios y retornar a nuestra querida quinta región. Loreto lo hizo un poco antes e instaló junto a su marido un centro de Yoga que ya va para los 6 años de funcionamiento. Una vez las dos estuvimos instaladas en Viña del mar, comenzamos a enfocarnos mucho más en el área del emprendimiento, realizando asesorías para emprendedores y también clases en la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV en asignaturas optativas relacionadas también con este tema.

Súper Justo

Hace un poco más de dos años comenzamos este proyecto desde la casa, con una pequeña de 3 meses, hija de María José que demandaba la principal atención de ese tiempo. Así y todo, con mucha fuerza y apoyo mutuo, logramos trabajar nuestros productos, los proveedores y tener nuestras primeras ventas. Sin embargo, esta forma de venta no nos llenaba del todo, en nuestras reuniones de trabajo de planificación, veíamos que nuestra proyección era eliminar los envases innecesarios de los productos y vender a granel. Para eso nos pusimos en campaña de buscar un local.

En el proceso tratamos de postular a algunos fondos, sin embargo, no nos fue bien porque nuestro proyecto no se consideraba tan innovador, a pesar de que sí cumplía con el triple impacto (económico, social y medioambiental). A pesar de ello, nosotras sí creíamos en el valor de nuestro proyecto, así que después de darle una vuelta a la forma en que lo haríamos, decidimos diseñarlo a una escala más reducida con el capital que disponíamos y hacerlo igual por nuestra cuenta; una señal de perseverancia, otro habilidad que consideramos clave para poder lograr los sueños. 

Gracias al largo camino que hemos recorrido y un arduo trabajo, nos ha ido muy bien. Dedicamos harto tiempo y hemos sido súper perseverantes. Hoy estamos en un proceso de expansión donde queremos que nuestra tienda pueda replicarse en distintos barrios de Chile. Que otros emprendedores que compartan los valores de Súper Justo puedan instalarse con su propia tienda y que la vida de barrio se fortalezca generando acceso a alimentos saludables y a granel.

Aprendizajes y consejos

Desde nuestra historia y también desde nuestra experiencia profesional, podríamos recomendar a otros emprendedores lo siguiente:

Emprende con un propósito: Que en tu proyecto haya algo más allá que sólo ganar dinero, eso te hará querer lo que haces y valorar los otros aspectos en que te aporta. Hacer que un emprendimiento genere mucho dinero no es fácil, pero, si tus metas tienen también un porcentaje de intangibles que te aportan valor, entonces es más fácil que cumplas tus metas.

Planifica: Antes de partir diseña un plan, mantente con disciplina en él, se coherente con lo que plantea tu plan y lo que estás ofreciendo a tus clientes. Date plazos para hacer un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) y de esta manera volver a planificar. Ponte nuevas metas y objetivos periódicamente así vas evaluando.

Foco en tus clientes: Escúchalos y mantente en constante mejora, trabajando por su satisfacción para poder fidelizarlos, así te vuelvan a comprar y te recomienden.

Busca un buen partner: Algunas veces vas a sentirte desanimado y tu socio te ayudará a volver a enfocarte y así mutuamente.

Supérate: Trabaja en ti mismo, aprende y comparte. Los emprendedores no podemos separar nuestra vida personal de nuestro emprendimiento, porque es parte de nuestra vida, porque no lo hacemos sólo por ganar dinero. Si hay algo que no anda bien en tu vida personal va a afectar a tu emprendimiento.

Si quieres escribir o contar tu historia ¡contáctanos por wsp!

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