«Valparaíso tiene verdaderos pozos petroleros que no están siendo utilizados en beneficio del territorio»

Cristóbal Almagia, “porteño de tomo y lomo” como se autodenomina, asumió en junio de 2015 el desafío de trabajar en el Programa Estratégico Regional Valparaíso Ciudad Creativa Innovadora y Sustentable, mientras el proyecto aún estaba en proceso de creación. En octubre de este año comenzará su fase de implementación y estos son sus desafíos y proyecciones.

SOBRE EL PROGRAMA

“Desde el año 2014, en el Ministerio de Economía y Corfo se vislumbra que debido a que a nivel país los factores productivos ya no están rindiendo tanto, hay un desaceleración del crecimiento y la economía está por debajo del 2%. Se identifican todos los territorios que han utilizado políticas para especializarse a nivel país o región en determinadas líneas económicas, y en este sentido Corfo empieza a identificar oportunidades en el territorio, ya sean a nivel de industria creativa, energía solar, del agro o de la minería”, explica Almagia.

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A partir de esta situación, en Valparaíso se crean dos programas: uno en el área del agro y otro de economía creativa. Este último con el fin de “identificar cuáles son las condiciones que tiene Valparaíso para ser una ciudad creativa. De esa manera, podremos especializarnos de aquí a diez años más en un proceso de transformación productiva desde el lado del conocimiento, la creatividad y la innovación”, agrega.

¿Pero qué es ser una “ciudad creativa”? Para entender el concepto Almagia entrega cinco condiciones interesantes: primero, es un territorio que atrae y crea empresas de alto crecimiento que, por lo general, son innovadoras y/o tecnológicas; segundo, es una ciudad que crea y produce bienes o servicios de impacto social y económico; tercero, es una ciudad que posee espacios de incubación y trabajo colectivo; cuarto, es un territorio que promueve la participación y el encuentro; y quinto, es una ciudad con un espacio patrimonial.

Con todo, y pensando en la industria creativa en su conjunto, el Programa no se centra solamente en lo que se conoce como las industrias creativas tradicionales, como las artes escénicas, música, artes visuales, arquitectura, audiovisual, danza o diseño, sino que también abarca la economía creativa, “que aporta el conocimiento y la tecnología, es decir, está basado en la capacidad de crear con una visión desde el capital intelectual, desde la creación cultural/artística, pero también tiene otro potencial que es de la creación de la innovación y de la innovación tecnológica”, comenta Almagia.

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Algunas de las acciones concretas para generar un diálogo entre innovación tecnológica e industria creativa están en el modelo que se espera para Valparaíso y Viña del Mar y que según explica Cristóbal Almagia, está radicado en dos puntos de vista, “industrias creativas y ámbito territorial e industrias creativas y tecnológicas. Este es un conjunto de industrias como lo es la audiovisual, videojuegos, arquitectura, diseño y tecnología que tienen capacidad de producir impacto económico. En el ámbito económico está la reconversión patrimonial del barrio y también lo que se llama las ventanas creativas, que es el contenido que se encarga de generar festivales, por ejemplo”.

De esta manera, el Programa Estratégico Regional Valparaíso Ciudad Creativa Innovadora y Sustentable trabaja en la reducción de cuatro brechas: información, capital humano, fallas de coordinación y fallas del tamaño del mercado; y acceso al financiamiento, con el objetivo de propiciar y garantizar la generación de iniciativas que permitan resolver dichas brechas para generar un impacto en la creación de empresas, empleos de mayor calidad, incremento en las ventas y/o incremento en las exportaciones, permitiendo que las ventajas comparativas se transformen en competitivas.

VALPARAÍSO COMO POLO DE DESARROLLO

“Valparaíso es la región con mayor cantidad de industrias creativas y culturales después de la Región Metropolitana, vale decir, con mayor número de empresas de arquitectura, audiovisual, entre otros, según el mapeo del Consejo de la Cultura y las Artes del año 2014. También es la única ciudad de Chile reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que en palabras del diagnóstico de un experto es como estar asentados en verdaderos pozos petroleros que no están siendo ocupados, en base a la política territorial para generar un impacto positivo al territorio”, comenta Almagia.

Además, destaca el ecosistema emprendedor de la región, potenciado por la coexistencia de más de once universidades en el territorio, traducido en 140 mil estudiantes, con 40 mil de ellos en el sector de la tecnología e ingeniería. La presencia de espacios con hubs y coworks y la inversión patrimonial también son ejemplos de modelos de reinversión que demuestran capacidades y talentos.

Sin embargo, Almagia lamenta que no exista “una masa crítica a nivel regional que logre generar un mercado suficientemente potente por sí solo y, por lo tanto, se requiere una articulación mayor. En ese sentido, el Programa ayudaría a fortalecer y ayudar a crecer los procesos de coordinación públicos-privados”.

En definitiva, el programa pretende resolver los “cuellos de botella” más comunes de un sector desagregado como lo es el creativo, y que tienen que ver con fallas de coordinación; la falta de información pública habilitante; invisibilización de la cadena de valor tanto de la oferta, como de la demanda, en torno a productos y servicios de la industria creativa.

Un ejemplo, “en Valparaíso existe alta disponibilidad de inmueble en lugares como El Almendral o Barrio Puerto, pero hay un alto desincentivo de recuperación por los tiempos de demora que conlleva la inversión, el costo o porque es un capital de riesgo. Muchas veces las personas que no conocen el costo de habilitar, desconoce el costo de la inversión y tampoco hay una visión desde la vereda del inversionista sobre cómo se está planificando el desarrollo, cómo se está planificando el territorio porque no existe un modelo de uso de los espacios. Entonces, articular la oferta disponible de financiamiento, sería uno de los nodos críticos a destrabar a partir de este programa.

*Entrevista publicada en la segunda edición de la revista La Quinta Emprende: https://issuu.com/laquintaemprende/docs/lqe-revista2

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